viernes, 15 de febrero de 2013

Las Infancias y las Generaciones

Pues hoy me ha venido la inspiración de escribir un nuevo post mientras daba mi caminata mañanera.
Pensaba en cómo se transforma la sociedad en relación a las mentalidades, al modo de mirar y tratar a los niños; a este "adultamiento" que la gente se empeña en meter en las vidas de los más pequeños hoy en día: qué triste; querer vestirlos como "mayores", que vivan con horarios como "mayores", qué gracia hacen cuando hablan como los "mayores"....      :-(        Se nos olvida que están viviendo su INFANCIA, un tránsito que debería ser sagrado, protegido, respetado.

Recordaba las anécdotas que mis padres me contaban (y me cuentan). Hablamos de generación del 32-33, padre y madre respectivamente. Nacidos en un pueblecito de la provincia de Ávila, cuando las mujeres daban a luz en sus propias casas, en sus camas, a veces acompañadas por una matrona o alguna otra mujer de la familia. Cuando los niñ@s jugaban con tabas (huesos), fabricaban sus propias muñecas con retales que tiraba el sastre, vivían en la naturaleza, observaban el crecimiento de las plantas, aprendiendo de los ritmos de la vida, fomentando la paciencia, la espera, el premio de degustar los frutos maduros. Trabajaban, sí, claro, toda la FAMILIA participaba en las tareas necesarias, dando CONFIANZA a los niñxs, demostrándose que también formaban parte de un grupo y no se les excluía, dándoles responsabilidades...Sin tele, sin ordenador, sin tecnología, pero fortaleciendo los vínculos, colaborando, sitiéndose libres. Cuando eran más alegres porque se sentían vivos.
Pasando por mi generación (72).  Aún no había contenedores. Se reciclaba todo lo que se podía. No había bricks, ni bolsas de plástico. Por lo menos, yo lo recuerdo así. Qué bollos vendía Manolo el panadero de mi barrio!!! eran donuts tiernos, trenzas de azúcar, pepitos fritos rellenos de crema...La barra de pan te la llevabas con un trocito de papel.
La tele empezó en blanco y negro. Un rombo, a la cama. Dos rombos, Ay!!!. JAjjjajaa. Dos canales: la primera y ....,atención: UHF !!! Pero, qué es eso?
Qué buena programación infantil teníamos entonces. Lo que aprendí yo con Barrio Sésamo, David el gnomo, etc.
Todos los niños del barrio jugábamos en la CALLE. Sí, una calle corta, pequeña, pero con su carretera y sus coches de vez en cuando. Pintábamos el alquitrán con tizas dibujando la rayuela, esos cuadros con números del 1 al 9, tirabas el cacho de teja e ibas saltando. A la goma. Al balón. Escondites. Tuli,tuli, tulipán!!! Te comprabas una peonza de madera con la paga ahorrada y lo chupi era pintarla con rotuladores que aún no se habían secado, con dibujos de lo más sofisticados o étnicos, dando rienda suelta a tu creatividad. O cromos para intercambiar y jugar. O decorabas las chapas que te encontrabas y hacías circuitos en el suelo, o partidos de fútbol de chapitas.
A veces te ibas con algunos amigos a algún parque, donde los columpios eran de hierro oxidado y te colgabas de mil maneras jugando con la gravedad y sintiendo el peso de tu cuerpo, el equilibrio... O a una explanada de tierra a tirarte a jugar a canicas. No había esa preocupación por no mancharse como ahora...Eso  que tu madre te llamara desde el balcón para decirte que subieras a merendar el bocata y hacer los deberes. O a veces, incluso te lo tiraba desde arriba y tú lo cogías y te lo comías con avidez con tus manos totalmente negras por jugar en el suelo, como cuando nos dio por hacer el pino contra una pared. Y nada, oye, te daba igual. Y ni gastroenteritis ni nada. Y si te daba, pues decías, tengo cagalera, pues ya se te pasará.
Los niños aprendíamos a poner NORMAS Y REGLAS en los juegos. Importante, verdad?
También había peleas, riñas, enzarzamientos, en el colegio o fuera, o entre hermanos; pero así aprendemos a solucionar nuestros problemas de relaciones, sin depender que siempre los padres intervengan.  Aún nos sentíamos libres, no tanto como nuestros padres en su pueblo, pero sí.

Ahora: protectores de enchufes, de puertas, cierres de seguridad de cajones, de ventanas, parques con suelos acolchados para que no duela si se cae, mejor en casa si hace frío, lactobacilus porque dice la tele que da defensas, mil canales de televisión inservibles.... Brotan los parques de bolas de colores con calefacción y estímulos coloridos, canciones que enseñan a los peques a realizar movimientos según la letra... Qué fue de las nanas cantadas a los bebés? Ahora se les da cuerda a un juguetito de pilas para que suene y luzca sin más.

Ya no hay cuerdas y gomas que salten en las calles. Ni tizas que pinten y decoren las aceras.
Los niños siguen siendo niños al fin y al cabo, y se supone que las familias desean lo mejor para ellos siempre. Dejemos que sean, que disfruten de su infancia, que sientan y se emocionen. No los metamos antes de tiempo en la vorágine de la competitividad, de aprender idiomas para su "futuro", a nadar, a bailar, a informática... Los tiempos cambian , pero la infancia debería ser la etapa más respetada y disfrutada de nuestra vida. O ..........eso creo yo.